En agosto de 2021, un paquete misterioso llegó al buzón de Nicole Archer en Manhattan, procedente de Sarasota, Florida. Al abrirlo, descubrió un documento legal que revelaba una sorpresa inesperada: una suma de 100.000 dólares heredada de su querida profesora de historia del arte en el New College de Florida, Cris Hassold. Este legado financiero también llegó a otros 30 antiguos alumnos de Hassold, quienes habían sido seleccionados como beneficiarios de su patrimonio.
A lo largo de sus 50 años de enseñanza, Hassold se convirtió en una figura influyente y compleja en la vida de sus alumnos. A pesar de su excentricidad y exigencia académica, era considerada una fuerza positiva por aquellos que la conocían más de cerca. Su casa, la Antigua Mansión Caples, se convirtió en un lugar de reunión para largas discusiones sobre arte y cultura, donde los estudiantes se sentían inspirados por su pasión y dedicación.
Hassold tenía una forma única de relacionarse con sus alumnos, a quienes se refería como su familia. Organizaba cenas informales donde compartía sus pensamientos y chismes, y se interesaba por sus aspiraciones y logros. A pesar de su estilo de enseñanza desafiante, muchos alumnos la admiraban y buscaban su orientación incluso después de graduarse.
Sin embargo, la vida de Hassold también estuvo marcada por la soledad y la acumulación compulsiva. Su casa se convirtió en un laberinto de objetos y recuerdos, reflejando su dificultad para desprenderse de las cosas. A pesar de sus idiosincrasias, sus alumnos la recordaban con cariño y gratitud por el impacto que tuvo en sus vidas.
Tras su fallecimiento en 2020, los antiguos alumnos de Hassold se reunieron virtualmente para recordarla y compartir historias. Fue entonces cuando descubrieron el secreto de su generoso legado financiero, que les permitió a muchos de ellos cumplir sus sueños y superar dificultades económicas.
Para Archer y otros beneficiarios, el dinero recibido fue más que una herencia material; fue un mensaje de apoyo y empoderamiento de parte de su mentora. La historia de Cris Hassold y su legado financiero destacan la importancia de las conexiones humanas y el impacto duradero que un maestro puede tener en la vida de sus alumnos.